En esta nueva instancia voy a fotografiar a Luna, mi hermana melliza y por lo tanto, esa parte de mi alma que lleva con ella. En esta foto su pelo vuela con el viento y la convierte en una especie de Medusa, lo cual tiene mucho sentido porque Luli ama la mitología griega, tanto que le puso a su gata Artemisa, coronándola así como la reina de la casa y la caza. Creo que le fascina todo el mundo fantástico porque ella es parte de él, lo se desde que éramos chiquitas y soñábamos con ser hadas o nos quedábamos hasta la noche en la pileta para ver si en algún momento nos convertíamos en sirenas, por suerte nunca perdió la magia. Hoy en día hace talleres de expresión corporal y astrología, estudia Artes de la Escritura y pone en palabras suyas, poéticas y concretas, los sentimientos más complejos que en mi cabeza serían demasiado etéreos como para exteriorizar, hace teatro y encarna nuevas personalidades porque mientras se trate de Luli nunca nada es suficiente, abarca mucho y sorprendentemente aprieta el doble. A veces deja que las nubes la tapen por un rato pero sigue estando ahí, siempre brillando, como la luna.

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